Los núcleos orgánicos tienen propiedades similares a las esferas de polímero: absorben el líquido que los rodean y se expanden. Compactos al principio, los núcleos se vuelven suaves y gelatinosos. Éstos están recubiertos por una capa fina que los hace compatibles con el tejido de la ostra y favorecen el proceso de curación dentro de la ostra después de la intervención quirúrgica del injerto y de la inserción del núcleo.
Una vez que se considera que la ostra tiene el tamaño suficiente, se puede pasar al injerto. La edad a la que a una ostra se le inserta el núcleo puede variar de 1,5-2,5 años a 3-4 años para la Pinctada Margaritífera. El núcleo orgánico puede ser insertado en la gónada junto con un trozo de tejido del manto muy parecido a la producción de las perlas cultivadas con cuentas. En agua salada y en el medio ambiente cerrado de la gónada, el crecimiento del núcleo es claramente más lento, pero sigue siendo considerable. El injerto quedará cerca del núcleo porque el núcleo orgánico se expande. La mayor parte del proceso de crecimiento del núcleo ocurre antes de que el saco perlífero esté totalmente formado. Este núcleo está recubierto con nácar y se puede cosechar una perla de 1ª generación unos cuantos meses más tarde (en general de 9 a 12 meses).
Estas perlas no son comercializadas debido a sus finas capas de nácar y su peso ligero; el propósito es sacrificarlas para llegar a tener un saco perlífero grande pero joven con un gran potencial para producir nácar de buena calidad (lustre, tonos). El saco perlífero es barroco y mucho más flexible que un saco perlífero que alojó un núcleo normal debido a la presión continua y la expansión irregular del núcleo orgánico.
Los núcleos orgánicos estudiados fueron los cultivados en la Isla Awaji, Japón (Imai Seikaku Co. Ltd)
(Fte: The Australian Gemmologist)